Al sonar la música, sientes una sensación magnífica, todos los problemas se esfuman por un instante, te das cuenta de que bailar es tu pasión, sientes unos nervios gigantescos a la vez de tener muchísimas ganas de bailar y demostrar que le ponemos muchísimo esfuerzo. Antes de empezar suelen pasar por mi mente un montón de preguntas: ¿Y si me equivoco? ¿Y si me pierdo y me quedo en blanco? Pero todas esas dudas se esfuman cuando la música te invade y tu cuerpo baila solo, sin miedo a equivocarse.
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